Al descubrimiento se llega por dos caminos. El de la paciente, y minuciosa y atenta, labor de investigación, de búsqueda y estudio, o el del azar. Caminos que a veces se cruzan y se confunden.
Así, en ese cruce de caminos, he llegado al descubrimiento anónimo de esta mujer maravilla.¿Y cómo guardarse para uno la pura alegría de una voz portento y gracia? ¿Y cómo no compartirla en este mundo abierto en el que en cualquier momento pueden colarse la tristeza o el miedo?
La Habana y Cádiz. Pero también la fuerza del gallo (rojo, por más señas).
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