El hombre que sabe a chocolate
El hombre que sabe a chocolate
se ha quedado dormido.
Sus ojos,
de chocolate amargo
a veces parpadean
y el aire se condensa
en su boca de nata,
en el dulce de leche de sus labios.
Una intuición me dice
que el chocolate puro
no puede ser un hombre,
que el deseo no debe
dibujar espejismos tan golosos.
El hombre que sabe a chocolate
no parece real,
no quiero que lo sea,
el chocolate esconde
pasiones más oscuras
que el amor.
(Ana Merino, Compañera de celda, 2006)
**pd. Gracias a MGB por el poema. No acabo de saber si sabe a josefillo.
Recuerdo que mi abuela nos decía los días en que, por suerte, había chocolate para merendar: “un bocado pequeñín de chocolate y tres bocados grandes de pan”. Ese era el ritmo y la proporción.
ResponderEliminarHoy he visto una publicidad de una marca de chocolate que dice así:
ResponderEliminar"¿por qué darse la mano? Mejor dar un abrazo. ¡Atrévete a ser tierno!