Día de contrastes. Reflexionando sobre el poder del bulo y la mentira, amplificados por la desidia, el interés no confesable o la ignorancia (y repiten los tontos bien pagados letanías ajenas...). De cómo los que quieren seguir siendo amos de nuestras conciencias, censores de nuestros sueños y guardianes de nuestras esperanzas se empeñan en alianzas con lo oscuro de manera que no importen la razón ni las razones. Un segundo, un titular, un fogonazo. Y el resto es silencio.
Contrastes. Saludando el esfuerzo paciente de tantos y tantas como se afanan cada día por hacer de la vida un asunto que mira de ensanchar la dignidad y abrir nuevas oportunidades. Que se trata de la educación. Y vienen con nosotros desde la Irlanda del Norte a nuestros pueblos manchegos.
Y hablando -casi tres horas- del qué hacer para que podamos producir, además de dinero y mercancías, más felicidad. Allí estuvo un alcalde al que quieren las gentes de su pueblo. Contrastes.
Contando que son muchos, que son muchas, las personas que merecen premio y distinción -aunque se les nieguen páginas y titulares- y reconocimiento. Que hacen callando, que construyen y suman, que edifican, que sonríen, que siguen soñando en un mundo de libres e iguales. Más libres, y más iguales. Que se trata de quienes hacen de la educación una barrera contra la ignorancia intolerante y abren la muralla a la bondad y la comprensión.
Y leyendo, entre viaje y viaje. A Luis Cernuda, Las nubes, en el día mundial de la poesía.
(...)
Tu pasado eres tú
y al mismo tiempo es
la aurora que aún no alumbra nuestros campos.
Tú sola sobrevives
aunque venga la muerte;
sólo en ti está la fuerza
de hacernos esperar a ciegas el futuro.
(De Elegía española)
Cuánto me gustaría eliminar todas las mentiras del mundo, pero me temo que es otro sueño imposible más de los míos.
ResponderEliminarQué tarea tan bonita y tan digna producir más felicidad, como si de cumplir otro sueño se tratase, éste realizable.
El poema: podría ser descripción de la poesía misma.
"Miró sus largas guerras
ResponderEliminarcon pueblos enemigos
y el azote sagrado
de luchas fratricidas;
contempló esclavitudes y triunfos,
prostituciones, crímenes,
prosperidad, traiciones,
el sordo griterío,
todo el horror humano que salva la hermosura,
y con ella la calma,
la paz donde brota la historia."
(Luís Cernuda, en las nubes)
mas nubes.
Bueno, el empeño en que vuelva la aristocracia sea esta de sangre o de conocimiento, es el pan nuestro de cada día. La igualdad ofende tanto como la libertad. Sumisos y en escalafón, así se está diseñando el mundo.
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