Una declaración de amor y de esperanza.
Danzón nº 2, Londres 2007
'Cuando la Orquesta Simón Bolívar de Venezuela, que hizo el viernes la Segunda sinfonía de Mahler, salió al escenario, había espectadores que durmieron en sacos a las puertas del teatro la noche anterior para conseguir una de las 1.000 entradas a cinco libras que se ponen obligatoriamente a la venta el día del evento.
Las que se vendieron con anticipación, desaparecieron en tres horas el día que pudieron comprarse. Ni que decir tiene que el triunfo de Gustavo Dudamel -el joven director venezolano que tiene debilidad por este festival- fue apoteósico, con 15 minutos de aplausos.'
'Hoy el talento musical ya no llega de Europa exclusivamente: se ha esparcido y engrandecido a los extremos, tanto en Asia como en América del Sur. Cada uno tiene su manera de concebir la música que quiere hacer. No es lo mismo la explosión de solistas en China que la perfecta armonía orquestal conseguida por José Antonio Abreu en Venezuela con un sistema de educación que enseña hoy a 410.000 niños y jóvenes en su país. Pero que estamos ante la mayor generación global de talento joven que ha existido nunca, es un hecho a celebrar y una ventaja que comparte y aprovecha para su programación en la ciudad más cosmopolita del mundo el director de los Proms. "Sí que existe esa inmensa marea de talento en partes inimaginables del mundo hace años", corrobora Wright.'
Excelente!!!
ResponderEliminarMe atrapó una euforia tremenda escuchando a estos músicos.
Genial!
Un abrazo