Víctima de un ataque combinado de virus -ajenos- y torpeza propia, mi ordenador aquejado de troyanos (Homero y la cibernética, quién lo diría) y mis nervios conteniendo los efectos de la operación de seleccionar, romper y ordenar papeles, me encuentro -además de con el pasado, con mucho pasado- con una pequeña tarjeta manuscrita, y con las pruebas de un libro de poesía para el que M.R. me pidió presentación y prólogo.
La tarjeta dice así:
Se escribe siempre para ahuyentar los terrores de la soledad y de la muerte, y también para dar testimonio, en medio de la crueldad, de la memoria de los días felices.
Manuel Vicent
"Todo azul"
EL PAÍS, domingo, 18 de noviembre de 2001
Eso es encontrarse con un tesoro!
ResponderEliminarun abrazo
Ya veo que la película de romanos no impide que sigas al pie del blog.
ResponderEliminar"Escribir es una forma perfeccionada del silencio".
ResponderEliminarMe gusta lo de "Todo azul".
Un abrzo