Si algún día te enfermas de palabras, como a todos nos pasa, y estás harta de oírlas, de decirlas. Si cualquiera que eliges te parece gastada, sin brillo, minusválida. Si sientes náusea cuando oyes “horrible” o “divino” para cualquier asunto, no te curarás, por supuesto, con una sopa de letras. Has de hacer lo siguiente: cocinarás al dente un plato de espaguetis que vas a aderezar con el guiso más simple: ajo, aceite y ají. Sobre la pasta ya revuelta con la mezcla anterior, rallarás un estrato de queso parmesano. Al lado derecho del plato hondo colmo de espaguetis con lo dicho, pondrás un libro abierto. Al lado izquierdo, pondrás un libro abierto. Al frente un vaso lleno de vino tinto seco. Cualquier otra compañía no es recomendable. Pasarás al azar las páginas de uno y otro libro, pero ambos han de ser de poesía. Sólo los buenos poetas nos curan la llenura de palabras. Sólo la comida simple y esencial nos cura los hartazgos de la gula.
ahora quiero también ese libro!!
ResponderEliminarla pasta ya está,
un buen malbec,
egea de un lado
garcía montero del otro
cura de "horribles" y "divinos" asegurada.
besos.
Precioso texto. A tu salud con un buen vaso de vino tinto. Por el regreso, luego de tanta ausencia.
ResponderEliminarUn abrazo
me sumo a desnudamentehumana me diste ganas de tenerlo!!
ResponderEliminarun abrazo grande