jueves, 21 de octubre de 2010

la ministra rosa

¿Y por qué no va a tener uno sus debilidades?. Me gusta la ministra Rosa.
Roja por dentro, verde por fuera, perfecta para esa función de nombre tan cursi ('medio rural') como alta importancia para mujer que sabe de jornaleros (ay!, la bronca permanente del alcalde Gordillo) y de andaluces altivos, de Jaén aceituneros. También de duquesas y latifundios y fincas-manifiestamente-mejorables (¡qué de cosas escondía nuestro lenguaje!).
Perfecta para esa otra mitad del medio ambiente que a tantos (y tantas) nos gustaría entero. Y verdadero.
No le falta el morado que definió una trilogía de colores (no, Kieslowski era otro cantar) que sigue siendo la modernidad añeja de la izquierda, de las izquierdas. Con o sin Ministerio para ser (más) iguales, mi ministra rosa lo tiene, el color, aquel que fue también de la bandera, bien puesto. Como casi todo lo que ella tiene. Bien puesto, digo.
Y ahora, marinera del mar. Cordobesa en azul. Con la brújula señalando un sur que guarda y sueña todos los colores de la utopía. Nuestra carta de marear sigue trazando, terca y muda, la ruta que conduce al paraíso.
Y no te olvides, Rosa Aguilar, de los currantes. Que los currantes quieren currelo. 

2 comentarios:

  1. Rojo,roja; bonito adjetivo (ya en desuso) para una persona. A mí también me gusta.

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