viernes, 29 de octubre de 2010

de oficio, fresador

Porque nada concluye del todo, y así lo siento, quise cerrar mi ponencia de ayer con una docena de reflexiones -que no conclusiones- y el inicio de un verso de Miguel, poeta de amor y aldea del que mañana haremos recuerdo en el centenario de su nacimiento. ‘Sólo quien ama vuela’. Un mensaje quizás,  y un deseo, que verán algunos fuera de lugar tratándose de un congreso de inspectores -también ellas estaban, las inspectoras- de educación.
Hablé de educación, claro, y de Europa. Y no me es posible dejar de poner pasión, y traer emociones, hablando de Europa. ¿Acaso no es nuestro mejor presente?, ¿es previsible, sin más Europa, cualquier futuro? ¿Puede haber educación sin sentimiento, sin emociones?
Y allí estaba, luminosa como siempre su presencia.
Hoy, al filo de la tarde, he clausurado el encuentro. Y si ayer -y mañana- fue Miguel, hoy es Marcelino, les he dicho. Si el uno poeta, el otro fresador, obrero de la Perkins. Marcelino Camacho, la entereza y la dignidad. La lucha por un mundo que nos era negado.
Un hombre libre que merece el homenaje de las mujeres y los hombres libres de este país. El luchador de un tiempo en que decir Europa era decir democracia. Y libertad.

3 comentarios:

  1. Y merece que haya continuadores que sigan su estela, pues ahora hay, además de mucha libertad, batante mal apaño para los trabajadores. Varios Camachos arían falta.

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  2. Si, los que tenemos cierta edad y hemos conocido otros tiempos de lucha e ilusiones, vemos como se van muriendo y desgastando nuestros simbolos y vemos con amargura que no se repone ni uno solo. ¿a donde vamos? Gracias por tus visitas y tus comentarios en mi blog
    Salud y un abrazo fraterno

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  3. Ha costado dos días que un medio de comunicación publicara la palabra "fresador". Los trabajos manuales siguen estando mal vistos.

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