A vueltas con el año nuevo y las felicitaciones y buenos deseos, me escribe para mandarme un abrazo y decirme que desea que 2013 sea un año razonable. Le he respondido, también con mis mejores augurios (auguri!), que yo lo espero feliz y lúcido.
Ambos sabemos, con todo, que los dos somos hombres de fuertes pasiones. Tan fuertes, al menos, como nuestras convicciones.
Creer es más fácil que pensar.
ResponderEliminarHe ahí la razón de que haya más creyentes.
Una racionalista