Los reyes pasaron ayer de largo. Quizás sabían que la casa está llena, y llenos sus rincones de recuerdos y de sueños. Faltaba solo un moleskine donde contarlos, y ese ya lo tenía: llegó, como tantas otras cosas, de la ciudad de las sombras y la niebla. Hicieron bien en no detenerse.
Hoy, cuando aquí hace Londres todo el día, me llega el regalo del tesón y la memoria. Los militares que dieron tortura y muerte a Victor Jara ya no dormirán tranquilos, y el mundo es hoy un poco mejor y más justo. Y más ancha la sonrisa de todas las Amandas.
Imposible que el sol se ponga en la conciencia limpia y en la consciencia silente. Ahí está, ahí sigue. Cada gota que el corazón bombea es más que un recuerdo, una apresencia.
ResponderEliminarSiempre ancha la sonrisa de Amanda Libertad. Más que un nombre, una declaración de intenciones, de deseos y un emblema de vida. De vida siempre, y la lluvia en pelo… Celebremos esa justicia que era debida y es de vida.
ResponderEliminarPongo en tus manos abiertas (Amanda) esa vida que parece eterna en cinco minutos, y esa lluvia que tu pelo lo ilumina todo y nos hace florecer.
ResponderEliminarBarrientos, maldito, debes pagar ese crimen; que ya va siendo hora...