Por eso la lluvia, en contraste con el sol de los días de rodaje, estuvo presente en las palabras de Roberto Benigni con ocasión de la presentación a la prensa de A Roma con amor, la última de Woody Allen. [Recordó también que por entonces estaban B. y B*., y hoy -¿en serio?- ya no].
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foto de Andrew Medichini (AP) |
En el título de la película -que habrá que ver: se estrena en los cines de aquí el día 20-, una curiosidad para gramáticos y traductores, un juego como aquellos de cuando estudiantes sobre la importancia de la 'coma' (ese signo de puntuación que tanto cuesta, a veces, colocar adecuadamente) y su posición.
Porque no es igual que uno se encamine a Roma en estado de enamoramiento -será siempre bienvenido-, a que pueda declarar su amor a esta vieja señora en la que todo es posible porque en ella se cruzan todos los caminos.
(*) Berlusconi y Bossi. Nada que ver con Banderas y Bardem, aunque Antonio ande por estar tierras rodando un anuncio de galletas. Por cierto: Medusa, la productora y distribuidora de la película de W.A. es propiedad de Berlusconi. Ése que ya 'no está'.
"a Roma con amor"
ResponderEliminarmucho más que una dedicatoria,
una pasión que es casi un exceso.
muy bella penélope. la clave del parecido diría que está en la sonrisa. no en todas las ciudades se sonríe del mismo modo, no?
un beso.