Escribí esta mañana (la mañana de ayer, claro) que hoy -por ayer- sería buen día. Pero hoy (es decir, ayer), sin preverlo -era muy distinto lo previsto-, fueron otra vez las nieves. Nieves de junio.
Distintas. Y me acordé del poema, casi una epístola moral.
Argumentos de arena
No deberíamos amar nada que pase.
Nada que nos mate un poco
cuando sus signos mueran.
Es decir, nada que ría.
Nada que tiemble o se conmueva.
Nada que florezca para luego marchitarse,
de buenas a primeras.
Nada vivo, si apuramos conclusiones:
Duele tanto ver cómo lo que amamos
se deshace en nuestras manos vencido por el tiempo.
Es más,
no deberíamos amar, si lo pensamos.
Pero no lo pensemos.
Hoy no, al menos.
(Raquel Garzón)
Me emocionan mucho muchos de los poemas que das a conocer. Gracias.
ResponderEliminartal vez no deberíamos intentar nada esperando que permanezca,
ResponderEliminarporque el permanecer es una mentira,
una ilusión insostenible,
en cambio amar
es lo más real que nos pasa..
hermoso poema.
beso
"No deberíamos amar nada que pase.
ResponderEliminarNada que nos mate un poco
cuando sus signos mueran." es ge-nial
bracias por compartirlo
Abrazo
Si permanece se muere, citando a Calamaro, o se cubre de polvo.
ResponderEliminarComo dice desnudamentehumana(un poco largo, pero me gusta)no deberíamos intentar NADA esperando que permanezca, como los créditos.
Así que me decido por el final; hoy no lo pensemos, solo amemos; y hoy he amado.
Gracias, siempre.
Calila
Pensar y amar son incompatibles. Si se piensa que a la larga vendrá el dolor, no amaríamos a nada ni a nadie.
ResponderEliminarPrefiero no pensar ni hoy ni nunca.
besos