Ganas me dan
de echarme a los caminos
romper la
tiranía del sudoku
y entregarme
por entero a la dulce
esclavitud
de los abrazos.
Repletos los
intuyo de verde y rojo
y primavera
de vida
derramada en las orillas
del color de
los sueños cuando vuelo.
Ganas me dan
de deshacerme en piedra
y ser el
sostén de vuestros pasos
mañana
cuando abril
decline y se abra
al sol de
mayo del olmo viejo hendido
y sea la
charla amena y sean
los versos
del poeta los que aparten
las espigas
crecidas del sendero
que nos
lleva una vez más a nuestra casa
la domus
quieta y serena
tal que dormida.
Allí junto
al pinar nos sentaremos
a conjurar
el tiempo oscuro
y llorar de
nuestros ojos por aquellos
que en
silencio y a solas
se nos
fueron.
Ganas me dan
de ser crecida
y ventarrón
tsunami y
dana y huracán
para aventar
del mundo este dolor
y borrar de
la faz de la tierra la tristeza
para que
pare en seco y haya luz
y haya amanecer.
Cuando de
nuevo la alegría
allí con
vosotros sin que falte ninguno
con todas y
con todos
también yo
quiero estar.
Ganas me dan
de convocaros ya
al abrazo generoso
y ancho de la amistad
y de la vida.
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