'(...) Las buenas personas fueron la base de nuestra paz. Ahora parece que
ese tipo de gentes se han quedado ociosas o demediadas; y día tras día
cuesta tropezar con este género de cuya actitud derivaba una bonanza
casi vecinal. Podía confiarse en las buenas personas como soportes a
través de cuya emulación se sanaba por contagio. Esos pilares actuaban,
además, con la mayor naturalidad y era precisamente su real
benevolencia, su capacidad de perdón y su asistencia la que decidía el
relativo bienestar de los pueblos.
No era necesario que
numéricamente fueran legión, pero eran relativamente tantas que
constituían una atmósfera o un dominante olor. Tías, antiguas
compañeras, primas... Casi siempre estas buenas personas coincidían con
ser mujeres, pero también había algunos y principales hombres buenos
que en frecuentes ocasiones cumplían como alcaldes, notarios, médicos o
abogados que nos ayudaban generosamente y nos asesoraban bien. La
pérdida o la fuerte reducción de las buenas personas ha dejado por
tanto al grupo social enflaquecido o deshilvanado porque estas gentes
en las que convergían muchos otros actuaban como una hilación dentro de
cuyo círculo vivíamos más confiados y liberados del inevitable temor
de cada relación.'
(Vicente Verdú, en su blog)
Ya no hay uso, ya no hay prestigio, ya se han ocultado. Existen pero no están.
ResponderEliminar"liberados del inevitable temor de cada relación."
ResponderEliminarufff, y es que como decía pergolini cuando terminaba su programa de TV CQC: "tengan cuidado que hay mucho garca suelto" y supongo que la gente buena se cansó de exponerse, de pensar que tenía sentido algo más y todos empezamos a correr por nuestra vida, sin explicaciones ni vueltas atrás, ni segundas oportunidades, porque todo sigue girando y si no giras también te aplasta.
¿hilvanar? no hay tiempo para hilvanes, ahora se pasa por la overlock en un taller clandestino y si sale mal se vende en un outlet.
me salió re negativo el comentario, jaja, perdón. es que el tema no me es para nada indiferente, más bien me enoja. me cuesta acostumbrarme a frases como "es lo que hay" o "pintó" como si fueramos hojas arrastradas por el viento.
ay... y sigo....basta, beso.