Los españoles pactamos vivir juntos y libres, en paz. Caminar por la senda de una Constitución que consagra como derechos, entre otros, el derecho a la educación, al trabajo y a disfrutar de una vivienda digna. La misma que dice -todavía- que 'toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general'.
Se trataba de empezar una nueva vida. Por ella habían perdido muchos la suya.
Se trataba de darnos una oportunidad mirando al futuro. Lo hacía la Nación española en uso de su soberanía.
Hoy me dicen que hay que mandar un mensaje -¿otro más?- a los mercados. Y que se trata de la Constitución, la de 1978, la nuestra. Porque ellos, los mercados sin nombre ni patria, son ahora los soberanos.
Aunque no sé si les ha preguntado alguien a qué se comprometen ellos a cambio ¿O ya nos mandarán algún mensaje?
Muchos de nosotros, los de entonces, llamamos a votar y votamos SÍ. Orgullosos y esperanzados. Hoy, si me dejaran votar, diría NO.
Cosas de la edad, seguro, que los años -cuentan- vuelven a uno conservador.
Conservador en el sentido de conservar las ideas por las que se lucharon y por las que algunos, como bien dice, dieron su vida.
ResponderEliminarEso, amigo mío, es ser coherente, consecuente, democrático y solidario. Y muchas cosas más, siempre loables.
Diríamos NO, pero no nos dejan.
A mí los años me vuelven cada vez más peleona y mucho más crítica.
Salud(os).
La Constitución consagra como uno de sus valores superiores al pueblo, en el que reside la soberanía nacional. Y, efectivamente, subordina toda la riqueza del país al interés general.
ResponderEliminarY es de este pueblo del que emanan ese poder ejecutivo y legislativo que ahora pretende otorgar la soberanía de la riqueza al mercado.
Y yo me pregunto
¿no habrá una décima parte de Diputados o Senadores que soliciten que el pueblo español se pronuncie sobre la reforma?
¿Serán capaces de vendernos a los mercados?
IM-PRESIONANTE
Yo también dije SÍ con todas sus imperfecciones.
ResponderEliminarAunque no era el tipo de Constitución que yo deseaba opte por apoyarla, considerando que era un primer paso hacia las libertades.
También digo que si hoy me dejasen expresar mi voluntad como ciudadano a la reciente reforma diría NO porque es consagrar un Estado Neoliberal.
A los que sentimos y pensamos desde la izquierda considero que no nos dejan espaci ideológico.
¡Pobre izquierda!
¡Pobres hombres y mujeres!
Un abrazo
Pues si. Cuanto más viejo más pellejo para conservar lo que ya no tiene vuelta de hoja: igualdad.
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