miércoles, 14 de septiembre de 2011

hinojo

En tu propia mano me diste de comer
-como a los pájaros-
pan y queso con aroma de hinojo, anís, matalahúva.
Acercaste el cáliz a mi boca
y yo lo recibí como si un hambre inmortal me delatara.
Estrené falda nueva, zapatos de tacón, trenzas de oro.
Y luego fui al olvido.

(Pero siempre lo supe:

que nada amaba tanto
y que no habría camino más largo
que el de quererte a solas.)

(Elsa López, de Cementerio de elefantes, 1992)

1 comentario:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...