Mil páginas para darme al placer pleno de la lectura. Viendo cómo desfilan personajes -muchos ya inolvidables- que son ejecutores y víctimas del mal, portadores de ensueños y envidias, de traiciones y desesperanzas, de anhelos. Vivos, de hueso y carne.
Un libro sobre el mal y la culpa, sobre la insatisfacción esencial del ser humano, acerca del afán de saber como antídoto y cura, sobre la belleza y la búsqueda -incierta e inútil- de la bondad. En el que resuena el silencio de Dios, su ausencia, y abruma la capacidad de amor y de muerte de hombres y mujeres.

Una exhibición apabullante de recursos literarios, de arquitectura narrativa, de efectos técnicos, de mezcla y superposición de personas y voces, de tiempos y ritmos, de trabajo paciente, de erudición. Del libro dentro del libro, de las citas y el nombre de los capítulos en latín, de la multiplicación de narradores y narraciones, de lugares, de paisajes, de acentos.
Y todo, en un catalán que quienes mejor lo conocen aseguran que hace de estas confesiones nada agustinianas una obra de referencia de la mejor literatura catalana.
Una declaración de amor imposible y de ganas de vivir hecha por quien se sabe a punto de dejar de ser y sabe desde antiguo por boca de su madre que 'no hemos venido a este mundo a ser felices'. Y mientras, el caudillo Águila Negra y el sheriff Carson sonríen: Sic transit gloria mundi.
Yo confieso que lo compré el otro día. Ahora a esperar el momento oportuno para acometer la aventura.
ResponderEliminarBesos
de catalán, nada más que sortida y avinguda, jaja
ResponderEliminarpero me llenaste de ganas de leerlo.
"De la belleza, quizás, como redención" me encantó,
aunque como idealista pienso que ojalá fuera la generosidad, pero bue...es lo que hay.
un beso.
Está traducido. Me gusta saber de esas ganas de leerlo.
EliminarPor lo demás, ¿acaso hay generosidad sin belleza?
Besos, y gracias.
“La belleza como redención”, grandioso!
ResponderEliminarAparte de todo lo que dices, me ha conmovido, también, la pasión por las cosas antiguas. La historia hace de ellas objetos vivos. Lo narra tan bien… Y yo lo siento igual. Por eso a veces... Lástima que mi bolsillo no dé para más. Gracias