I
Tú no digas que jamás
y yo no diré que siempre.
La verdad es la verdad.
III
Nunca volveré a estar solo.
Lo he descubierto mirándome
en el fondo de tus ojos.
VIII
... Y esas cosas que te digo
cuando hablo contigo a solas,
a solas sólo contigo.
(Abelardo Linares, Soleares).
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