Ronda
del sí
Y
ahora digo sí, sin más ni más,
como
otros dicen no por si las moscas,
digo
sí porque sí, por voluntad,
porque
en el no se ufana la renuncia,
el
canto de los cuervos, la estepa hospitalaria,
tanta
calma que no hace travesía,
en
el charco del no toso, me empapo,
estancado
el afán, los remos rotos,
espectador
de un alto en el camino
que
ya se ensimismó más de la cuenta,
cuando
impaciente el sí baraja ya sus cartas,
su
brusco germinar, su aliento navegante,
un
signo, una señal, un cuerpo acaso,
siluetas
a lo lejos, hogueras en el bosque,
la
sombra de un paisaje que soñé,
mientras
el no me invita a especular,
a
calcular la ausencia de mis pasos,
la
inmóvil rotación de mis razones,
pero
he aquí que el sí da un paso al frente
y
de pronto es ya tarde y menos mal
que
el pie ya desertó de su pereza
y
sopla el viento y voy, a la estampida,
carretera
adelante, desbocado,
digo
sí porque el sí es la luz primera,
la
espontánea eclosión, el resplandor,
callo
el no porque el no seca mi cauce,
digo
sí porque el sí me desemboca.
(Eduardo
García, en Duermevela, 2014)
Me encanta. Decir sí. Sí a la vida, a correr detrás de los sueños, a luchar, a bailar, a. mientras el cuerpo aguante. Nunca rendirse.
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