De pequeño fue siempre así. No seríamos tantos en llevar mi(s) nombre(s). ¿Cómo te llamas?... ¡Ah! Pedro Pablo... Ayuso, y Matilde Conesa. No fallaba. Faltaba solo añadir aquello de Matilde, Perico y Periquín, una trilogía que selló mi infancia.
Casi una letanía de la que apenas queda memoria. Otros tiempos, otra época. La radio omnipresente.
He leido que Matilde Conesa ha muerto.
Una voz imponente, que siguió alimentando sin que ellos lo supieran -misterios del doblaje- los sueños de muchos españoles.
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