Hablamos, sin saber del todo si discutimos. Débiles y pusilánimes, me dice. Eso es lo que habéis sido, incapaces de hacer lo que debía hacerse. Y por eso la gente ha dejado de votaros y ya no confía en vosotros. Con razón, me dice.
Me duele sobre todo constatar que hoy son aún más débiles, mucho más
débiles, los que no tienen más capital que su trabajo, y más fuertes los
que nunca han dejado de serlo porque con el poder de su capital se
saben apropiar de las rentas del trabajo. Esto no me lo dice, creo que
por no ahondar más en el escarnio. Lo pienso yo, como a la antigua
usanza.
Una cosa más, añade. Si sois los esforzados de la igualdad (más la libertad, cierto, no me lo recuerdes otra vez, me dice, por favor), la distancia que crece entre unos y otros, la desigualdad que se va agrandando más y más, es la certificación de vuestro fracaso.
Y fue ahí cuando se echó a llorar.
"los que no tienen más capital que su trabajo"
ResponderEliminarY los hay más débiles aún, los que no tienen ni el capital de su trabajo. O a los que les ofrecen minijobs de 400 euros.
Hay mucho que hablar y dis-cutir sobre qué no habremos hecho bien para que la gente nos vea como nos ve. Peeerooooo.....
"Hablamos, sin saber del todo si discutimos."
ResponderEliminarQué comienzo!!! Y de ahí en mas un excelente texto...
Un fuerte abrazo