viernes, 26 de diciembre de 2008

Elogio de la pereza, con una invitación y un deseo

Es cada día más difícil encontrar la tranquilidad y el tiempo necesarios para ir alimentando este bloc/blog. Escribir, leer, pensar, amar, sentir, soñar, charlar... son acciones (algunas, además, pasiones) que requieren de ese tempo lento que tan bien saben apreciar los compositores de música y los pulidores de lentes a la manera de Espinosa (Spinoza, para los más clásicos).
Por eso envidio cada vez más a los perseverantes, a los fieles, sea cual sea la fidelidad que profesen. En esta nuestra materia bloguera, a los y las que todos los días acuden a la tarea y nos permiten saciar nuestra curiosidad. Creo que asomarse a un blog (sobre todo si su autor nos es desconocido; a veces nos dan auténticas sorpresas los conocidos) es un ejercicio de voyeur, como escribirlo tiene un punto de exhibicionismo. Todo, claro está, del alma o del espíritu, no vaya a pensar usted...
Uno de mis propósitos para año nuevo es precisamente ése. Escribir aquí mientras mantengo viva alguna que otra relación epistolar, amén de la que me une al defensor del pueblo de esta región de nuestros amores. Y dar la réplica, que seguro que será buen acicate, a mi amigo Enrique: que sí, que tenemos que agitar estas aguas mansas que esconden y ocultan torbellinos de angustia y de nueva opresión. Y defender la educación pública, combatir el cambio climático y sostener la posición de que bajar los impuestos es de derechas mientras sigan existiendo necesidades básicas por resolver. Y decir con claridad que mantener un sector público bancario no es pecado sino virtud.
Pensar. Y dar que pensar. ¿Acaso hay alguna otra salida posible a la crisis que no sea la de crear nuevas reglas, nuevas situaciones, nuevas formas de producir, de trabajar, de controlar... o no?.
Y lo hacemos nosotros (habrá que decidir primero quiénes somos nosotros, quiénes somos de los nuestros) o lo hará la derecha, sea cual sea el adjetivo con que se quiera adornar. Me suena a repetido: una salida a la crisis desde la izquierda.
No parecen necesarios demasiados principios. Si estamos de acuerdo en que la política debe ser la que gobierne la economía, y no al revés, y la democracia quien lo haga con los banqueros, y que el marco mínimo es ya, se mire como se mire, Europa, podemos ponernos a la tarea de pensar y escribir, y debatir, y trabajar por que los jóvenes de 20 a 45 no sean los nuevos portadores del pesimismo histórico y los profetas del fracaso de la educación, de la economía, de la democracia.
Si no lo hacemos nosotros cambiando, no lo harán los nuevos/viejos profetas que insistirán en la enésima llamada a la revolución pendiente y, de nuevo, invitarán al camino de la frustración. No. Lo harán las derechas, las de toda la vida. Eso sí, fuertes y renovadas. Firmes y seguras... hasta la próxima.
Mientras, aquí dejo mi invitación y mi deseo para un año nuevo. Se la he pasado ya a mis amigas y a mis amigos. Con una advertencia: lo mejor, la música y las gentes que están después del clic en el enlace.
Salud.

Juntos vamos; libres somos
(A. Machado)


y en este 2009
que te deseo feliz y venturoso
podemos intentar
de nuevo
juntos y libres
cambiar el mundo.
Si tú quieres,
yo voy contigo.

http://www.vimeo.com/2539741



2 comentarios:

  1. Elogio la diligencia y la humildad y la templanza y la fortaleza y los hechos más que las palabras, pues ¿qué es una idea si no se transforma en hecho? Nada de nada. No basta ya con ser pensador ni biempensante. Hay que ser bienhaciente. Esto está para ser optimista del hecho y para dajar la hueca palabrería en los percheros de la vida. Deseo un buen 2009 a quine se lo merezca, a quien haga algo por poco que sea y que venga menos bueno para quienes escurren el bulto tras las palabras que huelan a mentira.

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  2. Bienvenido al club de la perseverancia. Hay días malos. Pero los hay muy buenos. Tratemos de superar el pesimismo de la razón.

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