Entre dos tiempos
Blancas pecas del árbol, y en las calles
un hogar de primicias, nuevo y virgen.
Todo es origen, música y descensos
al umbral de la infancia y de sus años.
Hay luz de incertidumbres y de incógnitas
y un calor desprendido de mil cuerpos
que alumbran obviedad y anonimato.
Entre ellos yo paseo. Solitario
en este mes de abril. Y en el silencio:
el nombre en que descanso y me consumo.
Porque blancas las pecas en el árbol
y también novedad aquellas calles,
pero ya descubrimos confidencias
en no sé qué lugar y en qué momento:
esta muerte que ves es más que un juego.
(Gonzalo
Grajera, de La
suma que nos resta)
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