tag:blogger.com,1999:blog-3568896733548998698.post2960673778997973541..comments2023-09-11T15:52:58.761+02:00Comments on Quepensar: Proyecto 80%... ¿y más?Menosquemarxhttp://www.blogger.com/profile/00401085984538092366noreply@blogger.comBlogger1125tag:blogger.com,1999:blog-3568896733548998698.post-9671721218451724852008-02-25T19:18:00.000+01:002008-02-25T19:18:00.000+01:00Pues lleva razón; pero yo con el 76% ya me conform...Pues lleva razón; pero yo con el 76% ya me conformaba. Claro que siempre hay "mamones" como el profesor de un instituto, de cuyo nombre no quiero acordarme, que publica cosas como las que te transcribo, ya que tú eres filósofo. A los que son como este yo los ponía hacer cultura haciendo hoyos parasembrar viñas. Ahí te dejo el texto, meréndatelo:<BR/><BR/> "En sus investigaciones sobre el conocimiento y la verdad, Protágoras consideraba a la enfermedad como un conjunto de sensaciones que tiene el paciente que no se corresponden con las que tienen la mayoría de los hombres. El enfermo puede decir que es amargo lo que el gusto mayoritario dice que es dulce, o al revés. No es que el enfermo no diga la verdad, es que la verdad dependerá siempre de las condiciones que tiene cada ser percibiente. Si el médico consigue cambiar con drogas las condiciones de percibir de su paciente, de malas a buenas, el enfermo dejará de estarlo, le sabrán los alimentos como a los demás, y su verdad coincidirá con la verdad mayoritaria. A partir de este relativismo gnoseológico Protágoras distinguió entre las funciones del médico y las del político, opuestas pero complementarias. El médico opera sobre las condiciones y estado de cada uno a fin de que cada uno se encuentre del mismo modo a como está la mayoría " que en eso consistiría la salud -, y le sepan los alimentos igual que a los demás. El político, por su parte, debe abastecer a la pólis de todos los alimentos necesarios, y que todos ellos sean de buena calidad. Es decir, el político tiene la función de suministrar buenos alimentos, así como socorrer las demás necesidades colectivas, además de proteger a la pólis. Y el médico, por el contrario, tiene el deber de mantener unas condiciones de salud e instintos a cada hombre que permita coincidir a sus sensaciones y apetitos particulares con las sensaciones y apetitos generales. Pues bien, lo que de verdad está trabajando Zapatero, auténtica revolución política, es la modificación de las condiciones del percibiente, y no la modificación de las condiciones de la realidad, que eso deja para Rajoy, que continúa la función tradicional de la política. Pues si el percibiente llega a tener las sensaciones y apetitos que quiere Zapatero, aunque para eso comience a sentir lo blanco negro, lo dulce amargo, lo masculino femenino, lo rico pobre, lo respetuoso integrista o lo desunido unido, Zapatero sabe que siempre tendrá un poder total sobre todos los percibientes. Además, intentar cambiar la realidad, como hace Rajoy, para aumentar el bienestar público y colectivo es muy fatigoso, poco sutil, y no genera súbditos. Nada como las drogas de la medicina para estragar el gusto general. Doctor mejor que político, y doctor Mefistófeles mejor que doctor Fausto. Un brindis por Protágoras".<BR/><BR/>¿Has podido con todo? Yo vomité.Antonio Illánhttps://www.blogger.com/profile/12492392197611599493noreply@blogger.com