martes, 31 de marzo de 2015

voramar


Está lloviendo fuera.
Empapadas de mar las niñas de mis ojos
intenso el verde bajo la lluvia ahora
            redundancia del agua
cuando el viento cesa y acuna los recuerdos
en esta tarde gris y oscura
que amenaza con negar la primavera que nace.
De bruma y mate el tapiz de la neblina
que borra por el este el confín de la bahía.
A lo lejos el lento galope de las dunas
y el olor profundo de las algas
en el poblado de sierras y marinas.

Caminaré mañana las huellas improbables de tus pies un día
de soles de lectura y sombra
los pinos doloridos viejos mudos
quietos vigías rizados por los siglos
de la playa que hoy alfombra
un enjambre de medusas varadas en la arena.

Ayer fue plata el mar en la noche llovida.
Infinito el vaivén y sin medida
resaca de los años que vivimos sin nosotros.
Inundados de nostalgia y luz tus ojos
rebosantes de azul y de alegría
frente a las olas me dices y te digo y nos queremos.
Es hora del descanso
de celebrar la paz de una cena en la isla serena
tierra adentro.
Allí donde esperan siempre los amigos.

lunes, 30 de marzo de 2015

voces

De pequeño fue siempre así. No seríamos tantos en llevar mi(s) nombre(s). ¿Cómo te llamas?... ¡Ah! Pedro Pablo... Ayuso, y Matilde Conesa. No fallaba. Faltaba solo añadir aquello de Matilde, Perico y Periquín, una trilogía que selló mi infancia.
Casi una letanía de la que apenas queda memoria. Otros tiempos, otra época. La radio omnipresente.
He leido que Matilde Conesa ha muerto.
Una voz imponente, que siguió alimentando sin que ellos lo supieran -misterios del doblaje- los sueños de muchos españoles.


viernes, 27 de marzo de 2015

capvespre

Catedral y sorpresa
estupor
enigma
            piedra
                       vida
humillación

ergo luz,                liberación.

Y mar:
todo mar.

Así el don.

(MGB, de Donde la lucidez)

jueves, 26 de marzo de 2015

cuerpo

'Aunque hacía mucho tiempo que quisiera haber muerto, huido, acabar con todo, el cuerpo (¡Dios mío, cómo era el cuerpo!) se tomaba su tiempo. Tenía sus deseos y nostalgias. No podías convertirte, sin más, en luz y escurrirte por la ventana. No podías irte así como así. En la propia carne que parte, pero que es tozuda, había solo la despedida lenta, sentimental y larga.
(...) El cuerpo, recogiendo la tristeza, perseguía el alma, iba detrás cojeando'

Lorrie Moore, Pájaros de América. (trad. de María José Galilea)

domingo, 1 de marzo de 2015

guerras

Leo en la prensa de hoy que en algún lugar existe un refugio para artistas 'enfermos de guerra'.
Como la mutilación o la ceguera, así el miedo y la desesperanza.
La guerra, gangrena del alma.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...