De vez en cuando sueño.
O, mejor decirlo así,
a veces
tengo un sueño.
Sueño
con limones rojos unos días
con sandías azules algunas madrugadas
qué más da
si lo que importa no es el qué
sino el color.
El color en que te sueño.
Son peces otros días
y ríos
los que corren por mis sueños
y el reguero de la huerta con mi abuelo
su frescor recién alzado el día
y un barquito de caña navegando
hacia el remanso de tus ojos.
Sueños de agua clara con un velero verde
y cielo azul:
del fresquito azul de la mañana.
Te sueño a ti también
sueño contigo
de a veces, y a menudo
al atardecer cuando la tórtola calla
paciente tú y pronta
muda inquieta hendida
lunar y sola.
Y nos reímos sin pudor
y sin recato celebramos lo profundo y carmesí
de tu suspiro.